La respuesta es clara: con alta probabilidad, sí.
Cabe preguntarse entonces: ¿Qué implica un TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) de limpieza? ¿Y por qué puede aumentar? ¿A qué se debe?
El término TOC hace referencia al Trastorno Obsesivo Compulsivo, caracterizado por la presencia de obsesiones, compulsiones o ambas (DSM-V). Y no es exclusivo, puede aparecer de la mano de otras problemáticas, por eso en nuestra consulta de psicología en Vigo lo tratamos dentro de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (el perfil suele ser muy perfeccionista) y de la Terapia de Pareja (puede suponer problemas de entendimiento en las tareas domésticas).
Pues mirad, las obsesiones son la presencia de pensamientos intrusivos y recurrentes mientras que las compulsiones se refieren a conductas o actos mentales repetitivos que requieren mucho tiempo al día. Las obsesiones y compulsiones más conocidas son las de limpieza, de orden o de comprobación, aunque existen muchos más tipos. Digamos que la obsesión podría ser: “tengo que lavarme muchas veces las manos para no contaminarme”, y la compulsión sería el propio acto del lavado que alivia a corto plazo la ansiedad producida por la obsesión, pero no a largo plazo; la ansiedad se mantendrá e irá a más. Tanto es así que hasta hace poco el TOC estaba contemplado dentro de los Trastornos de Ansiedad. La OMS incluye el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) entre las veinte primeras enfermedades incapacitantes de la población, ya que interfiere notablemente en el funcionamiento de las personas causándoles ansiedad y limitaciones.
¿Qué sucede con las obsesiones de limpieza y lavado?
En este caso, la persona presenta un temor obsesivo a contaminarse, a contagiarse con gérmenes o a contraer una enfermedad tocando algo, dándole la mano a alguien... Este TOC lleva al/a la que lo sufre a evitar todas esas situaciones, a lavarse y a desinfectarse (él/ella mismo/a, sus manos o su hogar y objetos) constantemente.
Pues bien, si este es el nivel de hiperalerta que presenta el sujeto en una situación normal, cotidiana, ¿qué creéis que puede pasar tras un confinamiento por miedo al contagio de una pandemia mundial? Pues que todos estos síntomas pueden incrementarse.
Revisemos el contexto, la persona está privada de libertades (está encerrada en casa), lo cual es fácil que aumente su nivel basal de ansiedad, recordemos que no tenemos porqué sentir taquicardia para tener ansiedad, quizás la simple sensación de hiperactividad o nerviosismo es síntoma de ansiedad inconsciente. Esta ansiedad nos lleva fácilmente a lo que llamamos pensamientos distorsionados (se les llama así porque distorsionan o exageran la realidad, léase el artículo) con lo que el miedo al contagio del covid-19 puede ser desproporcionado y acaba apoderándose de la persona, y esto es lo que la llevará a tener que neutralizar la obsesión a través de la compulsión, por ejemplo, desinfectando todo constantemente, lavándose demasiadas veces las manos, no descansando bien, temiendo salir a la calle… Y así es como se crea un perfecto círculo vicioso de ansiedad que centrifuga sin parar.
RECOMENDACIONES:
Desde Adamia Psicología nos gustaría transmitir que esto puede ser normal. Lo primero será aceptar nuestras inseguridades o miedos. Y, respiramos. Calma… Después, debemos entender que la situación ha propiciado que mis obsesiones vayan a más y que será necesario trabajar la relajación, para no alcanzar esos niveles tan elevados de ansiedad diarios. También será necesario exponernos “de otra manera” a las situaciones que nos generan esa ansiedad y esa necesidad de desinfección, por ejemplo, haciendo un esfuerzo consciente por no lavarnos las manos una vez más (usar guantes si es necesario para evitar este comportamiento), limitando la cantidad de lejía que podremos usar a lo largo del día, no comprando demasiados productos, soportando que un día no estemos desinfectadxs de arriba abajo… Es decir, exponernos a esas situaciones temidas y comprobar en primera persona que las consecuencias no son las que nos imaginábamos. Solo así podremos ir perdiendo el miedo. Y nuestra RECOMENDACIÓN ESTRELLA es precisamente esa, no dejarnos llevar por el miedo, la vida continúa, con ciertas restricciones sí, pero debemos retomar poquito a poco nuestra antigua normalidad (en la medida en la que se vaya pudiendo) para poder oxigenar esa burbuja en la que no vemos más allá de obsesión-compulsión. Entendamos que es un momento crítico, pero que haciendo bien nuestra parte, debemos seguir viviendo. De lo contrario, el miedo se hará más fuerte y el binomio obsesión-compulsión será más alimentado. ¡Miremos para otra parte! Os recomendamos también leer este artículo.
¡Ánimo!
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