En las terapias online que estamos haciendo estos días las frases más sonadas son: “Necesito abrazar”, “Necesito el cariño de mi madre”, “Necesito un paseo por la playa, ver el mar”, “Necesito tomarme algo en una terraza con mis amigos/as”, “Necesito visitar a mis abuelos”.
¿Creéis que estamos añorando pequeñas o grandes cosas? ¿De qué personas nos estamos acordando en esta cuarentena, de todas las que formaban nuestro día a día o tan solo de unas pocas? ¿A quién o quiénes nos apetece ver aunque sea a través de una pantalla?
Aunque la cuarentena esté poniendo a prueba nuestra capacidad de adaptación, y también esté exprimiendo nuestros recursos de resiliencia, lo que muchos expertos contemplan como la tercera fase del confinamiento (la fase de crecimiento) es lo que nosotras como psicólogas en Vigo creemos que nos llevará a cambiar nuestra lista de prioridades pero, sin duda, para mejor. Los obstáculos de la vida, los momentos en los que pasamos miedo, los momentos en los que nos quedamos sin aliento y creemos que no seremos capaces pero que… ¡al final sí!, son los momentos de los que podemos extraer más aprendizajes y más madurez psicológica. Y un claro ejemplo es la situación que estamos atravesando ahora mismo. Cuántas cosas ha trucado de nuestra vida, ¿verdad? Pero, ¿no creéis que también podemos extraer algo bueno de esta experiencia?
Os invitamos a que reflexionéis sobre las siguientes preguntas:
¿No tenéis la sensación de que las preocupaciones que os abrumaban hace quince días ya se han esfumado? ¿De quién os estáis acordando estos días? ¿A quién os apetece visitar una vez pase la cuarentena? ¿Por quién os sentís cuidados estos días? Y…dando un pasito más, ¿de quién no os estáis acordando? ¿O de quién os sentís liberados/as al pasar este tiempo sin contactar con ellos/ellas?
Puede ser un buen momento para crecer, para afianzar lazos afectivos con las personas que de verdad queremos y nos importan y/o para recolocar nuestra lista de prioridades. E incluso para tomar distancia de aquellas personas con las que quizás nos estemos dando cuenta de que teníamos una relación tóxica.
Los cambios psicológicos que experimentamos tras un momento duro, un momento de pérdidas o de privación, esos cambios nos llevan a experimentar preocupación y sufrimiento pero, después, nos enseñan y nos vuelven más resilientes, más fuertes. Nos permiten ver muy claro lo que importa y lo que no. Sin dudas, sin confusión. Así que desde Adamia Psicología os animamos a que estos días dejéis a un lado los “tengo que” y os dejéis llevar por lo que de verdad os importe y os apetezca, que os comuniquéis con quien de verdad añoréis para que, como dice el título del artículo, encontréis a los verdaderos pilares de vuestra vida. Quizás no los tuviéramos tan claros como ahora.
Y para que hagáis una reflexión más profunda acerca de esto, os adjuntamos el enlace a un vídeo que encontramos en redes y que creemos que ejemplifica muy bien el mensaje de este artículo, esperemos que os guste.
¡Ánimo! ¡Ya va quedando menos! #YoMeQuedoEnCasa
Adamia Psicología
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