A pesar de que el romanticismo lo solemos vincular a las relaciones de pareja, también existe en las relaciones de amistad, creando unas expectativas inalcanzables, endulzadas por las películas y series. Y esto, en nuestra consulta de psicología en Vigo, vemos cómo afecta entre adolescentes, en el desarrollo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria o en cualquier otro ámbito en el que exista cierta dependencia emocional.
Antes de llegar a la “amistad romántica”, entendamos qué es la amistad como concepto amplio.
Giró (2011), define las amistades como vínculos afectivos voluntarios y recíprocos que se mantienen en el tiempo. Basados en aceptación, sinceridad, lealtad, confianza y conocimiento mutuo. La amistad proporciona cuidado, seguridad, apoyo emocional y empatía. Implica interés y sensibilidad. Los/as amigos/as suelen buscar la proximidad física para compartir actividades y afectos.
Todas estas características intervienen para que las amistades sean experiencias muy valoradas y altamente gratificantes en la vida de las personas.
Las amistades son también logros sociales significativos, son indicadores de la competencia social. En definitiva el establecimiento de nuevas amistades es posible que aumente la autoestima.
Hasta aquí algunos términos generales sobre la amistad. Hablemos ahora de la amistad romántica.
MITOS SOBRE AMISTAD ROMÁNTICA:
A menudo hablamos de "mejores amigos para siempre" e ignoramos la complejidad de estas relaciones. De esta simple expresión han surgido los siguientes mitos sobre amistad romántica (por los que muchas personas sufren):
- Las amistades deben ser para siempre: FALSO. Algunas amistades duran toda la vida pero, en muchas ocasiones, las amistades se adaptan o se transforman. Esto es debido a que las personas cambian, sus ubicaciones cambian y lo que se busca en un amigo/a cambia. Necesitamos normalizar la noción de que las amistades regularmente terminan y eso está bien.
- La verdadera amistad significa que nada se interpondrá entre nosotros/as: FALSO. Ya que el conflicto es sano y normal en la amistad, al igual que lo es en cualquier relación. De hecho, las amistades a menudo se fortalecen si ambos miembros de la relación pueden superar las dificultades de manera abierta y honesta.
- Una vez que una amistad se desvanece, nunca volverá: FALSO. Mientras que algunas amistades se desvanecen permanentemente, otras vuelven más fuertes después de un periodo de separación o de un periodo particularmente difícil. Un amigo/a atravesando un periodo personal difícil puede alejarse y reaparecer más tarde. No existe una hoja de ruta única para la amistad y la cercanía.
- El final de una amistad no es tan malo como el final de una relación romántica: FALSO. Si bien las amistades no suelen ocupar tanto tiempo y espacio como los romances, las rupturas entre amigos/as pueden convertirse en muy difíciles y desgarradoras.
- Los amigos/as sabrán lo que necesito y, si no lo saben, no son buenos/as amigos/as: FALSO. No se puede esperar que otra persona sea capaz de leer la mente. Cuando un miembro de una amistad se siente herido/a o necesita establecer un límite o quiere hablar sobre algo importante, debe decirlo. Los/as amigos/as deben hablar sobre sus necesidades.
- La amistad significa prometer lealtad para siempre: FALSO. Los/as amigos/as están allí cuando la situación se pone difícil, cuando algo no es satisfactorio o cuando las cosas no van bien en la familia. Este tipo de apoyo puede conllevar un profundo sentido de lealtad hacia la amistad. Pero la ayuda de un/a amigo/a no garantiza la lealtad eterna si la amistad comienza a deteriorarse. Los/as amigos/as se ganan la lealtad de los/as demás a través de aportes continuos a la relación y trabajando juntos/as para hacer crecer la amistad. La lealtad eterna es simplemente irracional.
- Si una amistad se acaba, he fracasado: FALSO. Lamentar una amistad perdida es completamente normal. Pero algunas amistades tienen su razón para terminar y, en ese caso, elegir terminar la amistad es una señal de madurez.
- Hay solo un tipo ideal de amistad: FALSO. Las amistades vienen en muchas formas diferentes. Algunas comienzan en la niñez y continúan a lo largo de la vida. Otras duran un verano en un tiempo determinado. Algunas amistades son extremadamente cercanas, mientras que otras existen en gran medida en círculos sociales compartidos (De la Rúa, nos habla de los diferentes tipos de amistades según su intimidad). No existe un modelo perfecto para mantener amistades, mientras funcione para ti, es válido.
Con todo, el “mejor amigo” sería un espejo de nuestro ser, es decir, idealizamos en otra persona el cómo nos gustaría ser tratados por alguien más, por eso actuamos de cierta manera, y esperamos consciente o inconscientemente de él/ella una retribución al menos considerable sobre lo que estamos aportando en la relación (¡mito del 50/50!). Entonces, un mejor amigo/a lo definiría una sola palabra: "reciprocidad", porque si en una relación, la dedicación y la atención es más de un lado que del otro, o en el peor de los casos es unidireccional, entonces ahí no hay una amistad, sino una espera de "mejor amigo" que por anhelo (costumbre o dependencia) seguimos sustentando con nuestras propias ilusiones. Lo cual conducirá finalmente a la decepción. Entonces, cambiemos “mejor amigo” por “buen/valioso/gran amigo”, ¿no os parece?
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