Como psicólogas en Vigo sabemos que la capacidad de reconocer los méritos propios y saber valorarlos es una actitud que nos beneficia mucho. Sentirse orgulloso de uno mismo es algo muy importante y muy necesario para nuestra autoestima, una recompensa que nos motiva a seguir adelante. Y que, además, nos merecemos (¡sí, sin duda, nos lo merecemos!). Todos tenemos motivos por los que sentirnos orgullosos, el problema radicará en si nuestra falta de amor propio nos impide verlos.
No debemos confundir el orgullo con la vanidad o la soberbia. Sentir orgullo por uno mismo implica saber valorarse, saber ponerse una medalla ante los esfuerzos y la consecución de las propias metas, ante los costosos logros… Y esto permite desarrollar una relación más sana tanto con uno mismo como con los demás. Por su parte, la vanidad suele venir del exceso de amor propio que lleva a la persona a considerarse superior a los demás y a desarrollar sentimientos negativos o de desprecio hacia otras personas. Como veis, ¡nada que ver!
Como decíamos más arriba, desarrollar orgullo sano hacia uno mismo es uno de los pilares de nuestra autoestima. Tener una autoestima adecuada es lo que nos lleva a desarrollar relaciones sanas con nuestro entorno y, por el contrario, una autoestima baja y un concepto pobre de uno mismo lleva en una elevada probabilidad a relaciones tóxicas que no aportan nada bueno. La persona que tiene una autoestima baja y carece de orgullo propio consiente los desprecios del otro/a, al no creerse suficientemente buena para decir “¡basta!”. A su vez, en este tipo de relaciones, el sujeto fácilmente será dominado y chantajeado, precisamente por su carencia de amor propio.
En Adamia Psicología trabajamos el orgullo sano en muchas de nuestras terapias: en Terapia de Pareja, en Terapia Infantil, en Terapia para adolescentes, en Trastornos de la Conducta Alimentaria… Cualquier caso clínico puede ser objeto de trabajo del auto-orgullo sano. Y lo hacemos con el siguiente ejercicio:
EJERCICIO DE LA LISTA DE LA “FELICIDAD” PARA TRABAJAR EL ORGULLO SANO: Dedica diez minutos a escribir aquello que te hace feliz o que te gusta en tu vida como, por ejemplo: tener unos hijos con valores, tener amigos que te apoyen, tener un buen trabajo, tener momentos felices en familia, tener a una pareja que te quiera y te trate bien, poder practicar el deporte que te gusta, etc. Cuando acabes, al lado de cada una de las cosas que has anotado, escribe cuál ha sido tu papel en ellas. Es decir, si tienes unos hijos con valores será porque les has dado una buena educación; si tienes un buen trabajo será porque has luchado por esa oportunidad y eres responsable; si tienes amigos que te apoyen será porque tú también eres un buen amigo/a; etc. Al final, verás que nada cae del cielo y que debes sentirte orgulloso/a por mucho más de lo que crees. Puedes empezar por decir “me siento muy orgulloso de mí mismo por haber conseguido…”.
No dudes en ponerlo en práctica, a todos nos ayuda. ¿Lo intentamos?
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