Con la llegada de la primavera empezamos a notar que los días tienen más luz y que, en pocos meses, podremos disfrutar del verano. Sin embargo, esta sensación puede vivirse con angustia en algunas personas, por el temor a la exposición de su cuerpo al mundo, en los meses más calurosos. Esta angustia puede preceder en muchos casos el comienzo de dietas altamente restrictivas y el aumento de ejercicio intenso, con el único fin de encontrarse, físicamente, igual o mejor que el verano anterior. En Adamia Psicología consideramos que las dietas restrictivas, sin control, y un ejercicio no progresivo, pero intenso, pueden funcionar unas semanas, quizás algunos meses, pero después el cuerpo se resiente y vuelve a su estado original o incluso con algún kilo más.
Esto es debido a que no podemos exponer a nuestro cuerpo a unos hábitos repentinos a los cuales no está entrenado y que, mismamente nosotros, nos cansaremos también de ellos. Cuando estamos con una persona en nuestra consulta de psicología en Vigo que quiere y necesita adelgazar, les comentamos que lo ideal es irse marcando objetivos más pequeños, en los que nos vayamos sintiendo seguros para poco a poco irlos aumentando. De esta forma, la constancia será mucho mayor y nos sentiremos mejor físicamente, pero también mentalmente, al no haber llevado prácticas dañinas y haber conseguido los objetivos que nos íbamos marcando.
Desde Adamia Psicología recomendamos acudir a un profesional de la nutrición antes de empezar cualquier tipo de dieta, ya que, de esta forma, nos va a enseñar qué es lo que necesitamos, cuáles son nuestras carencias y cuál es la mejor manera para bajar de peso de forma progresiva y sana. Nos gusta recalcar mucho este tema porque el inicio de dietas está muy relacionado con la aparición de Trastornos de la Conducta Alimentaria, tal como os explicamos en uno de nuestros artículos anteriores: ¿Por qué la anorexia me ha escogido? Cuanto más control tengamos y cuánto más sana sea la bajada de peso, más efectos positivos vamos a encontrar a largo plazo.
De todas formas, los cuerpos cambian, al igual que nosotros con el paso del tiempo. Mirémonos al espejo día a día, la exposición del cuerpo va a permitir que nos vayamos aceptando poco a poco. No siempre es necesario estar físicamente como el año anterior… ¡lo importante es que nos encontremos bien y estemos a gusto con nosotros mismos!
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